Entrevista a John Mraz
Los Hermanos Mayo fueron un grupo de fotógrafos que tuvieron un papel fundamental en el desarrollo del fotoperiodismo mexicano. Su historia comenzó en España, cuando los hermanos Cándido, Julio y Francisco Souza Fernández, junto con Faustino y Pablo del Castillo Cubillo fundaron una agencia fotográfica en vísperas del estallido de la Guerra Civil. Tomaron el apelativo de “Mayo” como nombre de batalla para reafirmar su compromiso con la lucha de la clase trabajadora, tras la dura represión de una marcha del Primero de Mayo en Madrid, a inicios de la década de 1930. La derrota del bando republicado y la brutal represión emprendida por el dictador Francisco Franco los obligaron a abandonar su país. Fue así que Paco, Faustino y Cándido arribaron a Veracruz el 13 de julio de 1939, junto con otros 1600 refugiados, en “La Primera Expedición de Republicanos Españoles a México”. Ya establecidos en la ciudad de México, trabajaron para más de cuarenta periódicos y revistas, entre ellos El Nacional, El Popular, La Prensa, Hoy, Mañana, Siempre!, Time y Life.
El historiador John Mraz (California, 1943) ha investigado a este grupo de fotoperiodistas desde principios de la década de los años ochenta del siglo pasado. Su interés lo llevó a montar, en 1984, la exposición Trabajo y trabajadores en México, 1940-1960, vistos por los Hermanos Mayo, y en ese mismo año entrevistó a Julio y Faustino Mayo. Tiempo después publicó su primer estudio sobre este colectivo en el Boletín de Investigación del Movimiento Obrero (núm. 11, 1988), que editaba el Centro de Investigaciones Históricas del Movimiento Obrero de la Universidad Autónoma de Puebla.
¿Qué lugar ocupan los Hermanos Mayo en la historia del fotoperiodismo mexicano?
Creo que se encuentran entre los mejores fotoperiodistas de la historia de México y del mundo. Es el colectivo más prolífico de América Latina. Su estética es la del fotoperiodismo clásico, no la del fotoperiodismo de arte. A pesar de eso no han recibido el reconocimiento que merecen, pues la aristocracia fotográfica mexicana no ha sido justo con ellos. Intenté convencer a Pablo Ortiz Monasterio de incluir un libro sobre los Mayo en su serie Río de Luz que publicó el Fondo de Cultura Económica, pero pensó que no tenían una estética. Además, nunca ha habido una exposición o un evento que reflexione sobre su obra en el Centro de la Imagen.
El vasto acervo fotográfico formado por los Hermanos Mayo fue adquirido por el Archivo General de la Nación (AGN) en 1982. Posteriormente se incrementó por un par de donaciones: la primera realizada en 1994 y la segunda hecha en 2005 por Cándido Mayo, la cual incorporó objetos y algunos documentos. Para la organización del acervo, los archivistas aplicaron el principio de procedencia y orden original, es decir, respetaron el sistema que utilizaron los fotorreporteros para identificar, clasificar y ordenar la información gráfica que generaban, de tal manera que quedó conformado por 31 secciones temáticas. Según informó el año pasado Alma del Carmen Vázquez Morales en el Boletín del Archivo General de la Nación, en 2023 se logró describir la totalidad del fondo gráfico, del cual sólo se ha digitalizado el 0.8%.
¿Cuáles son los rasgos del archivo fotográfico de los Hermanos Mayo?
Es un archivo inmenso. Hace años hice un proyecto para la Universidad de California que me permitió ver hasta 2000 negativos al día. ¡Me dejaron los ojos como el esmog de la Ciudad de México! Aquí, el número de negativos no es el único problema, dimensión que se explica porque trabajaron para más de 40 medios. Creo que la única manera de estudiar seriamente a los Mayo sería con una colectividad similar a quienes hicieron ese archivo.
Durante muchos años se ha manejado, tanto en notas periodísticas como en artículos académicos y libros de investigación especializada, que los Mayo formaron un archivo de alrededor de 5 millones de negativos. Sin embargo, esta cifra se precisó recientemente gracias al trabajo realizado por el personal del AGN. En el informe citado anteriormente, Alma del Carmen Vázquez Morales, encargada del Departamento de Procesos Archivísticos y Preparación de Documentos Iconográficos y Audiovisuales, señala que el Fondo Archivo Fotográfico Hermanos Mayo que custodia el AGN está conformado por un total de 1 590 131 piezas fotográficas. En llamada telefónica, Vázquez Morales enfatizó que la descripción del fondo fotográfico se logró gracias al esfuerzo colectivo realizado durante décadas y que se vio reforzado en los últimos años por personas de servicio social y del programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Respecto a la discrepancia del número de negativos, aclaró que la cifra de 5 millones se manejó sin que existiera un inventario ni una descripción detallada de cada fotografía, por lo que en realidad no había certeza del número exacto hasta hace dos años. El conteo total y la descripción del fondo, constituyen, sin duda, un avance significativo que facilita el acceso y la consulta del material fotográfico producido por los Hermanos Mayo.
¿Qué caracteriza las fotografías de los Hermanos Mayo en comparación con otros fotoperiodistas de la época como Nacho López o Héctor García?
Una estética existencialista marca las imágenes de los Mayo, dentro de la cual encarna fotográficamente lo que Jean-Paul Sartre describió como la posibilidad de libertad: lo que uno puede hacer con lo que el mundo va haciendo con uno. En ese sentido, el contexto define a los personajes que los Mayo retratan en sus fotografías.
El pasado 5 de julio se inauguró la exposición Los braceros vistos por los hermanos Mayo en el edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Integrada por 76 fotografías, nueve portadas de revistas, ocho serigrafías y un video, la muestra fue curada originalmente por Mraz para el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, en 2014, y posteriormente se exhibió en otros recintos como el Centro Cultural Tijuana (2022). Una versión reducida, con 40 imágenes, ha recorrido varias universidades y bibliotecas de los Estados Unidos, donde ha sido vista por más de 140 000 personas, en su mayoría estudiantes.
Entre 1942 y 1964, el Programa Bracero permitió que trabajadores mexicanos fueran empleados en las industrias agrícolas y ferroviarias de Estados Unidos, con el fin de suplir la escasez de mano de obra provocada por la Segunda Guerra Mundial. Las fotografías de los Mayo documentan el proceso de contratación, las despedidas en la terminal ferroviaria, aspectos de la vida en la frontera, las protestas de quienes no lograron ser contratados, así como la prolongada lucha por recuperar el fondo de ahorros que les fue descontado de su salario.
¿Por qué decidió estudiar las fotografías que documentan la vida de los braceros?
Porque pude concentrarme en un enfoque que me ofreció la oportunidad de reflexionar acerca de la representación realizada por un colectivo de emigrantes, que fotografió a una migración que salía del mismo país que los había acogido a ellos. El resultado fue el libro Trasterrados: braceros vistos por los Hermanos Mayo, elaborado junto con Jaime Vélez Storey y publicado por el AGN y la UAM en 2005. Luego vino la exposición.
En una de las imágenes incluidas tanto en el libro como en la exposición se observa a una fila de hombres que esperan ser llamados en la oficina de contratación. Sentados, miran sonrientes al fotógrafo y entablan con él una relación de complicidad. Como exiliados, los Mayo muestran empatía con los braceros, quienes devuelven la mirada a la lente que los retrata con dignidad. Para Mraz, el contraste es evidente con las fotos de los Casasola, quienes “los vieron como traidores a la patria” y los retrataron con “miradas de rabia y humillación”. Añade el historiador que el interés también puede observarse desde el punto de vista cuantitativo, pues mientras en el archivo Casasola se conservan alrededor de 150 fotografías de braceros, los Hermanos Mayo capturaron más de 500.
¿Cómo se explica la empatía que se observa en las fotografías de los braceros tomadas por los Hermanos Mayo?
Aunque los braceros no son técnicamente migrantes, comparten con los Hermanos Mayo la misma actitud de enfrentar los riesgos de mudarse. Pienso que los migrantes son de las personas más trabajadoras de una sociedad. Los incontables millones de emigrantes, ya sean trabajadores invitados, personas expulsadas o intelectuales viajando de un seminario a otro, no se reconocen como extranjeros, sino como agentes del futuro. En ese sentido, el patriotismo (ya sea local o nacional) es devastador: consagra los lazos humanos que nos atan y descuida los lazos que aceptamos libremente; antepone los lazos familiares a las afinidades electivas; y las relaciones biológicas reales o imaginadas a las de amistad o el amor.
Una de las características del Programa Bracero fue la contratación exclusiva de hombres. Este rasgo resultó fundamental porque rompió con la tendencia del flujo migratorio del periodo anterior, marcada por un desplazamiento de carácter familiar. A partir de 1942 se acentuó la migración de hombres solos en edades altamente productivas.
¿Cómo recuperar el papel de las mujeres a través de la fotografía de los Mayo?
Es difícil. Incluimos a las vendedoras de comida y agua en los centros de reclutamiento, y también al momento de las despedidas en las estaciones de tren.
Para finalizar la entrevista, le pregunto a John Mraz por qué es importante, ahora, ante el embate antiinmigrante del gobierno de Donald Trump, volver a exhibir las fotografías de los braceros tomadas por los Hermanos Mayo. Me responde:
Es importante para mostrar que los mexicanos siempre han estado en los Estados Unidos. Los braceros son simplemente una de las olas de migración y, aunque fueron trabajadores temporales, muchos de ellos decidieron quedarse y hacer su vida allá.
La exposición Los braceros vistos por los hermanos Mayo se encuentra en sus últimos días de exhibición. Podrá visitarse hasta el 28 de septiembre, en un horario de 10:00 a 18:00 horas, en el edificio Carolino de la BUAP, en la ciudad de Puebla.
Imagen de portada: Braceros se despiden de su familia en la terminal del ferrocarril de Buenavista, Hermanos Mayo. Foto: cortesía.





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